El miedo a la intimidad...(6ª parte)
A la mujer le han cortado las alas de muchas formas.
Y el peor de los daños que le han hecho es el matrimonio, porque ni el hombre ni la mujer son monógamos; psicológicamente son polígamos. Así que toda su psicología ha sido forzada en contra de su propia naturaleza. Y debido a que la mujer dependía del hombre, tuvo que soportar toda clase de insultos, porque el hombre era el amo, era el propietario, poseía todo el dinero.
Para satisfacer su naturaleza polígama, el hombre creó a las prostitutas. Las prostitutas son un derivado del matrimonio.
Y esta fea institución, la prostitución, no desaparecerá del mundo a menos que desaparezca el matrimonio. Es su sombra porque el hombre no quiere estar atado a una relación monógama y él es el que tiene la libertad de movimiento, el que tiene el dinero, el que tiene la educación y el que tiene todo el poder. Inventó a las prostitutas.
Y destruir a una mujer convirtiéndola en prostituta es el peor crimen que puedas cometer.
Y lo más extraño es que todas las religiones están en contra de la prostitución, a pesar de ser ellas la causa. Todas están a favor del matrimonio y no pueden ver el simple hecho de que la prostitución es una consecuencia del matrimonio. Ahora el movimiento de liberación de la mujer está tratando de imitar todas las estupideces que el hombre le ha hecho a la mujer. En Londres, en Nueva York, en San Francisco, puedes encontrar hombres prostitutos. Ese es un fenómeno nuevo. Este no es un paso revolucionario, es un paso reaccionario.
El problema es que si no pierdes el control cuando haces el amor, no tendrás una experiencia orgásmica. Así que por lo menos mi gente debería entender que la mujer gemirá, suspirará y gritará. Y es porque todo su cuerpo está involucrado, totalmente involucrado. Tú no necesitas tener miedo de esto. Es una experiencia tremendamente curativa: ella ya no te fastidiará, no te hará constantes reproches, porque toda su energía que se había hecho malévola, se ha transformado en una inmensa alegría. Y no tengas miedo de los vecinos; es su problema si se preocupan por tus gemidos y tus gritos, no es tu problema. Tú no se lo estás impidiendo...
Haz que tu amor sea realmente una fiesta, no lo hagas una aventura fugaz. Baila, canta, toca música y no permitas que el sexo sea cerebral. El sexo cerebral no es auténtico; el sexo debe ser espontáneo.
Crea la situación. Tu dormitorio debe ser un lugar tan sagrado como un templo. No hagas ninguna otra cosa en él; canta, baila y juega, y sí el amor surge por si solo, como algo espontáneo, te sorprenderás enormemente al comprobar que la biología te ha dado un vislumbre de la meditación. Y no te preocupes por la>mujer que se está volviendo loca. Ella tiene que volverse loca; todo su cuerpo está en un espacio totalmente diferente.
No puede seguir controlándose, si se controla permanecerá como un cadáver. Millones de personas están haciendo el amor con cadáveres.