Si no sabes lo que pierdes...(5ª parte)
El hombre y la mujer no son especies diferentes. Tienen sus diferencias, pero pertenecen a la misma especie. Por tanto es una antigua tontería eso de que la mujer no puede alcanzar la iluminación debido a su cuerpo -porque ella no puede evitar sus períodos, y esto es una prueba obvia de que no puede ser célibe. El hombre pretende ser célibe porque su período es psicológico y no tiene síntomas visibles.
Hay una secta en India, el Terapanth. Dice que aun cuando pases cerca de un pozo donde alguien ha caído y esté gritando: 'auxilio', tú pasa de largo como si no lo hubieses oído, porque su sufrimiento es un castigo de alguna mala acción cometida en su vida pasada. Si tú intervienes, él tendrá que volver a caer en el pozo. ¿Para qué darle problemas innecesarios? Piensas que lo estás ayudando, pero simplemente estás posponiendo algo. Es mejor para él terminar con su castigo y no que salga para después volver a caer; tendrá que volver a caer. Éste es el peligro por un lado, que intervienes innecesariamente, pues nadie puede cambiar su destino ya que las acciones pasadas no pueden borrarse y uno tiene que sufrir las consecuencias. Por otra parte, tu interferencia crea malas consecuencias para ti. Salvaste al hombre, y si él comete un homicidio mañana, puede que tú no seas perseguido por la policía, pero por la ley del Karma -en la cual todas las religiones orientales creen-no se te perdonará. Tienes que compartir las consecuencias, pues si no lo hubieses salvado, él no podría haber asesinado. Eres su cómplice, inconsciente, ignorante, pero eso no cambia la ley. La ley tiene que cumplirse en cualquier condición. Esta es la conclusión lógica de la teoría de la ley del Karma, la ley de la acción y sus consecuencias. Por esto en Oriente no ha habido revolución. y la pregunta de por qué las mujeres se ven tan llenas de gracia y no frustradas como en Occidente, es muy simple de comprender. Ellas han aceptado su destino.