TU ACTITUD MACHISTA HIERE (2ª parte)
Y la razón por la que la mujer se rebeló contra hechos semejantes es simple: La misma maternidad, una vez más. Durante los nueve meses que está embarazada, se vuelve absolutamente dependiente; particularmente en una sociedad que vive de la cacería. Y, a propósito, me gustaría recordaros que la sociedad en la que estáis viviendo ahora, -donde existen casas, donde existen ciudades-, es una contribución de la mujer, no del hombre. La casa es la contribución de la mujer.
El hombre cazaba. La mujer estaba reducida a un espacio pequeño; naturalmente, comenzó a decorarlo, a limpiarlo, a embellecerlo, y así se apegó a él. En una sociedad de cazadores, los nómadas tenían que moverse de un lado a otro... porque cuando la caza no les proporcionaba suficiente alimento tenían que desplazarse hacia donde estuviesen los animales. No podían tener ciudades permanentes; sólo tenían tiendas, no casas.
Y puedes observarlo: Cuando un hombre está solo, su casa parece una tienda; no es como una casa. Sin una mujer, sigue siendo una tienda, es un lugar de paso, sólo un techo con nada sagrado en él. Tan pronto cómo la mujer entra, la tienda comienza a transformarse en casa y finalmente en hogar. . .
En las sociedades cazadoras, la función de la mujer, no era otra que la de la reproducción; estaba embarazada permanentemente. Eso se convirtió en su fracaso. No pudo pelear, no pudo rebelarse, tuvo que someterse, tuvo que rendirse y, por supuesto, en contra de su voluntad. Nadie se esclaviza voluntariamente.
Cuando alguien quiere someterse voluntariamente a la esclavitud, no hay problema, pero millones de mujeres han sido forzadas a la esclavitud sin desearlo. Naturalmente ellas tratan de vengarse de formas indirectas... Tu actitud machista hiere.
Es simplemente una reacción inconsciente y tienes que estar atento a la reacción para que desaparezca. Es indigno de tu parte; está mostrando algo tuyo, no de la mujer. Es tu rabia, es tu odio. Si miraras la historia... En muchos pueblos, las mujeres no pueden entrar en los templos. En algunas religiones pueden entrar, pero tienen un sector aparte, no es el mismo que el del hombre. En ninguna religión la mujer es aceptada como aspirante al crecimiento último de la consciencia. Es indigna, no por alguna razón particular, sino por el simple hecho de ser mujer; su crimen es ser mujer. Ella puede evolucionar, pero primero tiene que cumplir una condición: tiene que nacer como hombre.
Estas son formas sutiles de humillación: apartar a la mujer del mundo del poder, del mundo donde todo está sucediendo. La mujer no hace parte de él.