EL MIEDO Y LA FASCINACION VAN JUNTOS (2ª parte)
Todas las religiones temen a las mujeres, porque todas las religiones temen al sexo.
Toda religión es represora del sexo, está en contra del sexo. Naturalmente, es un 'subproducto' que cada religión tiene que ir contra la mujer, la mujer debe ser condenada. Si condenas el sexo, estás obligado a condenar a la mujer. Si respetas a la mujer, respetarás, consecuentemente el sexo como algo natural.
¿Por qué esta gente está en contra del sexo? Difieren en todas sus posturas, excepto en lo que al sexo se refiere. Sobre el sexo todas las religiones están de acuerdo; éste parece el único tema en que coinciden. Así que es tremendamente importante profundizar en el fenómeno de este miedo y sus causas. Temen al sexo porque es la energía más poderosa del ser humano, la llamada más poderosa de la naturaleza y la biología. No hay modo de destruirlo.
Puedes condenar y reprimir el sexo o puedes comprenderlo y transformarlo. Pero lo segundo es un camino largo y arduo que necesita una tremenda inteligencia y consciencia, porque el sexo es tu fuerza inconsciente. Cada célula de tu cuerpo está hecha de él, vibra con él. Tu mente consciente no es nada comparada con la energía sexual inconsciente; de ahí el miedo a que el inconsciente pueda tomar posesión de ti en cualquier momento. Reprimirlo parece más fácil. En primer lugar, la represión no necesita inteligencia; cualquier idiota puede hacerlo y, es más, sólo los idiotas lo hacen.
Me ha sorprendido que miles de monjes en la India, de distintas religiones, repriman todos su sexualidad. Mi sorpresa viene de que, cuanto más reprimen su sexualidad, más estúpidos se vuelven. Exactamente en la misma proporción. Reprimir la naturaleza es un esfuerzo tan idiota que, por supuesto, tiene que destruir tu inteligencia. He encontrado a esta gente tan insulsa, tan aburrida. Hablaba con ellos y veía que no oían nada; sus ojos parecen casi muertos, sus cuerpos han encogido. Se les ve feos. Han rechazado el sexo y por eso están en contra de la mujer.
Los Jainas creen que nadie puede liberarse siendo mujer, sólo el hombre puede liberarse, puede alcanzar lo supremo; la palabra con que lo denominan es 'moksha', pero esto sólo puede lograrse desde un cuerpo masculino, no con un cuerpo de mujer. ¿Qué tiene de malo el cuerpo de una mujer? No hay ninguna diferencia. La única diferencia es fisiológica, y esto tampoco es una gran diferencia, no la diferencia que pueda hacer la diferencia.
Los órganos sexuales masculinos cuelgan afuera y los órganos sexuales de la mujer cuelgan dentro; ésta es la única diferencia. Simplemente vuelve tu bolsillo hacia fuera y déjalo colgar; el bolsillo se vuelve masculino. Ahora vuélvelo a su posición original, y se vuelve femenino. ¿Y a esto le llamas tú una diferencia? Es el mismo bolsillo.
Los Jainas dicen que la mujer está condenada a causa de su cuerpo de hembra. Primero tiene que llegar a ser un hombre. Así que hay monjas Jainas, ellas no se esfuerzan por liberarse, ellas se esfuerzan en nacer como hombres en su próxima encarnación, entonces trabajarán para alcanzar la liberación. Para ellas hay un escalón más que para el hombre. No se aplica en este caso lo de 'Primero las Damas'. ..