Si no sabes lo que pierdes...(3ª parte)
Los cuerpos del hombre y la mujer son muy parecidos, excepto que el hombre tiene sólo trazas de las mamas en su fisiología y la mujer las tiene en realidad. El clítoris es sólo una traza del pene del hombre; es sólo un pequeña protuberancia, pero fuera de la vagina y el hombre no necesita tocar el clítoris. Sin tocar el clítoris la mujer no puede tener orgasmo, así es que fue muy fácil evitarlo.
La mujer oriental parece más fácil de contentar porque no se da cuenta de lo que se pierde. Es más feliz porque ni siquiera ha empezado a pensar en liberarse. Oriente, en general, ha vivido condicionado a vivir en el contentamiento; ambos, hombres y mujeres, en la pobreza, la esclavitud, la enfermedad, la muerte. La idea de revolución era imposible para la mentalidad oriental, porque el condicionamiento era tan fuerte y tan antiguo, en el sentido de que es el resultado de sus acciones en vidas pasadas. No tiene nada que ver con la estructura social, ni con la educación, ni con la división de clases en la sociedad; no tiene nada que ver con la esclavitud de los hombres hacia las mujeres. Ese condicionamiento es tan antiguo, que uno nace con él, y la atmósfera circundante lo apoya.