'Cómo' Comer...
...Lo segundo acerca de la comida es que el estado de nuestra mente cuando comemos es mucho más importante que lo que comemos. La comida te afectará de manera diferente si comes gozosamente, felizmente, o si comes cuando estás lleno de tristeza y preocupación. Si estás comiendo preocupado, entonces hasta la mejor comida tendrá un efecto venenoso. Y si estás comiendo con alegría entonces es posible que algunas veces hasta el veneno no pueda tener un efecto total en ti. Es muy posible. Así pues, el estado mental en el que comes es importante.
Vivimos preocupados las veinticuatro horas del día. Es un milagro cómo el alimento que comemos se digiere, ¡cómo se las arregla la existencia a pesar de nosotros! No tenemos deseos de digerirlo. Es absolutamente un milagro cómo se digiere. ¡Y cómo permanecemos con vida! ¡Esto también es un milagro! Nuestro estado mental debería ser de gracia y de gozo.
Pero en nuestras casas la mesa del comedor es el sitio más sombrío. La esposa espera todo el día a que su marido llegue a casa para comer y todas las enfermedades emocionales que ha reunido en veinticuatro horas surgen justamente cuando el marido está comiendo. Ella no sabe que está desempeñando el papel de un enemigo. Ella no sabe que está sirviendo veneno en el plato de su esposo.
El esposo también tiene miedo y está asustado tras todo un día de trabajo; él, de alguna manera, echa la comida a su estómago y se va. No tiene idea de que el acto que ha terminado tan de prisa y del cual ha escapado debió haber sido una plegaria. No fue el acto de alguien entrando a un templo, o de alguien arrodillándose para rezar, o de alguien sentado para tocar su veena, o de alguien cantando una canción para su amada.
Este acto es aún más importante: él le está dando alimento a su cuerpo. Esto debería hacerse en estado de tremenda dicha. Debería ser un acto amoroso y de plegaria.
Cuanto más feliz y gozosa, y más relajada y sin preocupaciones pueda una persona tomar su alimento, más se convierte su comida en la comida correcta.
Una dieta violenta no sólo significa que un hombre ingiera comida no vegetariana. También es una dieta violenta cuando un hombre come con enojo. Ambas cosas son violentas. Mientras come con enojo, sufriendo, preocupado, el hombre también está comiendo violentamente. El no se da cuenta que así como es violento cuando come la carne de algo más, también cuando su propia carne se quema por dentro debido al enojo y a la preocupación, la violencia está presente ahí. Entonces la comida que está ingiriendo no puede ser no-violenta.
La otra parte de la comida correcta es que tú deberías comer en un estado de mucha paz, de mucha alegría. Si no te encuentras en ese estado, entonces es mejor esperar hasta que lo estés y no comer por un rato. Cuando la mente se encuentra totalmente lista, sólo entonces debería uno tomar sus alimentos. ¿Durante cuánto tiempo no estará lista la mente? Si estás lo suficientemente alerta para esperar, entonces a lo más puede permanecer hambrienta sólo por un día; pero nunca nos hemos molestado en escucharla.
Hemos convertido el ingerir la comida en un proceso completamente mecánico. Uno tiene que poner comida en el cuerpo y después abandonar la mesa del comedor. Ya no es más un proceso psicológico; eso es peligroso.
A nivel del cuerpo, la comida correcta debería ser saludable, no estimulante y no-violenta; a nivel psicológico la mente debería estar en un estado de dicha, gratitud y alegría; y a nivel del alma debería existir un sentimiento de gracia, de gratitud. Estas tres cosas hacen de la comida la comida correcta.
Estamos ingiriendo comida, estamos bebiendo agua, estamos respirando; deberíamos tener un sentido de gratitud por todo esto. Hacia la vida entera, hacia el mundo entero, hacia el universo entero, hacia la naturaleza entera, hacia lo divino, debería haber un sentimiento de gratitud: He recibido un día más para vivir. Una vez más he recibido alimento para comer. Por un día más estoy viendo el sol, viendo las flores brotando. Estoy vivo otra vez el día de hoy'.
Este sentimiento, este sentimiento de gratitud, debería estar ahí en todos los aspectos de la vida; y muy particularmente con la dieta. Sólo entonces nuestra dieta se puede convertir en la dieta correcta.
Osho, The Inner Journey, charla #3
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