Trabajo y Salud
El trabajo físico se ha convertido en un acto vergonzoso.
Un pensador occidental, Albert Camus, ha escrito bromeando, en una de sus cartas, que llegará el día en que la gente empezará a pedir a sus sirvientes que hagan el amor por ellos. Si alguien se enamora de una persona, ¡ésta arreglará una cita para que el sirviente se presente y haga el amor por él!
Esto puede suceder algún día. Ya hemos empezado a conseguir que todo sea hecho por los demás; el amor es la única cosa que todavía hacemos por nosotros mismos. Designamos a otros para que recen por nosotros. Empleamos a un sacerdote y le decimos que rece en lugar nuestro, que haga los rituales en lugar nuestro. Designamos a un sacerdote en el templo y le decimos que adore en lugar nuestro. Hasta cosas como el rezar y la adoración son hechas por nuestros sirvientes. Así que si pedimos a nuestros sirvientes que recen por nosotros, no es impensable que algún día la gente sabia le pedirá a sus sirvientes que hagan el amor a sus amadas en su representación. ¿Cuál es la dificultad? Y los que no puedan darse el lujo de tener sirvientes para que hagan el trabajo, se sentirán avergonzados de ser tan pobres y tener que hacer el amor ellos mismos.
Es posible que esto suceda algún día, pues ¡hay muchas cosas significativas en la vida que pedimos sean hechas por nuestros sirvientes! Y para nada nos damos cuenta de lo que hemos perdido al perder las cosas mportantes.
Toda la fuerza, toda la vitalidad de la vida se pierde porque el cuerpo del hombre, y el ser del hombre, fueron creados para cierta cantidad de trabajo,y ahora se ha prescindido de todo ese trabajo.
El trabajo adecuado es también una parte esencial en el despertar de la consciencia y la energía del hombre.
Una mañana, Abraham Lincoln estaba lustrando sus zapatos en su casa. Uno de sus amigos que lo visitaba le dijo: '¡Lincoln! ¿Qué estás haciendo? ¿Tú lustras tus propios zapatos?'.
Lincoln dijo: '¡Me sorprendes! ¿Tú lustras los zapatos de otras personas? Yo estoy lustrando mis propios zapatos; ¿Lustras tú los zapatos de otros?'.
El amigo dijo: '¡No, no, yo hago que alguien me lustre mis zapatos!'.
Lincoln dijo: 'Es peor hacer que alguien te lustre tus zapatos que lustrar los zapatos de otros'.
¿Qué significa esto? Significa que estamos perdiendo nuestro contacto directo con la vida. Nuestros contactos directos con la vida son aquellos que vienen a través del trabajo.
En el tiempo de Confucio, hace cerca de tres mil años, Confucio fue una vez a visitar un pueblo. En un jardín, vio a un viejo jardinero y a su hijo sacando agua de un pozo. Para el anciano el trabajo de sacar agua del pozo era muy difícil aún con la ayuda de su hijo. Y el anciano era muy viejo.
Confucio se preguntaba si este anciano no sabía que ahora se usaba a los toros y a los caballos para sacar agua del pozo. El la estaba sacando solo. ¡Estaba usando unos métodos muy antiguos!
Así que Confucio se acercó al anciano y le dijo: '¡Amigo mío! ¿No sabes que hay un nuevo invento? La gente está sacando agua de los pozos con la ayuda de caballos y de toros. ¿Por qué no lo estás haciendo tú?'.
El anciano dijo: '¡Baja la voz, baja la voz! A mí no me importa lo que dices, pero temo que mi joven hijo pueda oírte'.
Confucio preguntó: '¿Qué quieres decir con esto?'.
El anciano contestó: 'Yo sé de estos inventos, pero todos los inventos como éste alejan al hombre del trabajo. No quiero que mi hijo se llegue a desconectar, porque el día en que se desconecte del trabajo, estará desconectado de la vida misma'.
La vida y el trabajo físico son sinónimos. La vida y el trabajo tienen el mismo significado. Pero poco a poco hemos comenzado a llamar afortunados a aquellos que no tienen que hacer esfuerzo físico, y desafortunados a quienes tienen que hacer esfuerzo físico. Y de alguna manera esto se ha vuelto así,porque mucha gente ha dejado de trabajar, así que muchas personas tienen que trabajar demasiado. Demasiado trabajo físico te mata. Demasiado poco también.
Por lo tanto digo: el trabajo físico adecuado; distribución apropiada del trabajo físico. Cada persona debería hacer algún trabajo físico. Cuanto más intenso,más dichoso; cuanto más agradecido esté el hombre al incorporar el trabajo físico como parte de su vida, más se dará cuenta que su energía vital ha empezado a moverse hacia abajo, del cerebro hasta cerca del ombligo. Para el trabajo físico no se necesita ni el cerebro ni el corazón. La energía para el trabajo físico se deriva directamente del ombligo. Esta es su fuente.
Aunado a una dieta correcta, un poco de trabajo físico es muy esencial. Y no se trata de hacerlo por el interés de otros; que si tú sirves al pobre, se beneficia al pobre; que si vas a un pueblo a cultivar, se beneficia a los granjeros; que si estás haciendo algún trabajo físico, estás haciendo un gran servicio social. Todas estas cosas son falsas. Es por tu propio bien, no por el bien de alguien más. No tiene que ver con beneficiar a alguien más. Alguien más puede beneficiarse con ello, pero primeramente es por tu propio bien.
Cuando Churchill se retiró, uno de mis amigos fue a verlo a su casa. En su edad madura, Churchill estaba cavando y sembrando algunas plantas en su jardín. Mi amigo le hizo algunas preguntas sobre política. Churchill dijo: '¡Ya deja eso! Ya se acabó. Ahora, si quieres preguntarme algo, puedes hacerlo sobre dos cosas. Puedes preguntarme sobre la Biblia, porque la leo en casa, y puedes preguntarme sobre jardinería, porque la practico aquí en el jardín. Ahora no tengo ningún interés en la política. Esa carrera se terminó. Ahora estoy haciendo trabajo físico y orando'.
Cuando mi amigo volvió me dijo: 'No entiendo que clase de hombre es Churchill. Yo pensé que me daría algunas respuestas. Pero dijo que estaba trabajando físicamente y orando'.
Yo le comenté: 'Decir trabajo y oración es una repetición. El trabajo y la oración significan lo mismo, son sinónimos. Y el día en que el trabajo se vuelve oración y la oración se convierte en trabajo es el día en que se alcanza el trabajo adecuado'.
Un poco de trabajo físico es muy esencial, pero no le hemos prestado atención alguna. Ni siquiera los sannyasins tradicionales de India le prestaron atención al trabajo físico; se abstuvieron de hacerlo. No era cuestión de que lo hicieran. Ellos simplemente se movieron en otra dirección. La gente rica dejó de trabajar porque tenía dinero y podían pagar para que se hiciera, y los sannyasins se abstuvieron porque no tenían nada que ver con el mundo. Ellos no tenían que crear nada, ni que ganar dinero, así que ¿para qué tenían que trabajar? El resultado fue que dos clases respetadas de la sociedad se alejaron del trabajo físico.
Así que aquellos en cuyas manos quedó el trabajo, poco a poco fueron perdiendo respeto.
Para un buscador, el trabajo físico tiene gran importancia y utilidad; no porque obtendrás algo de él, sino porque en cuanto más te involucres en algún tipo de trabajo, más se centrará tu consciencia. Empezará a bajar desde el cerebro. No es necesario que el trabajo sea productivo. También puede ser no-productivo, puede ser un simple ejercicio.Pero el trabajo físico es muy esencial para la agilidad del cuerpo, para que la mente esté completamente alerta, y para el despertar total del ser. Esta es la segunda parte.
También puede haber un error en esta parte. Así como uno puede equivocarse con la propia dieta: o bien uno puede comer muy poco, o comer demasiado, así que aquí también puede haber un error. Uno puede o bien no trabajar por completo, o trabajar demasiado. Los luchadores trabajan demasiado. Están en un estado enfermizo. Un luchador no es una persona sana. Un luchador está poniendo demasiada carga en el cuerpo; está violando el cuerpo. Si se viola el cuerpo, entonces algunas partes del cuerpo, algunos músculos,pueden desarrollarse más. Pero, ¡ningún luchador vive mucho tiempo! Ningún luchador muere saludable.
¿Sabías esto? Todos los luchadores, trátese de un Gama, o de un Sandow, o de cualquier otra persona con un gran cuerpo, aún los mejores del mundo, mueren enfermos. Mueren antes de tiempo y mueren de violentas enfermedades. El violar el cuerpo puede hinchar los músculos y hacer que el cuerpo sea digno de verse, digno de exhibirse, pero hay una gran diferencia entre vivir,estar saludable y ser un exhibicionista.
Cada persona debería darse cuenta, de acuerdo a sí misma, de acuerdo a su cuerpo, de cuánto trabajo físico debería hacer para vivir de manera más saludable y fresca. Cuanto más aire fresco haya dentro del cuerpo, más dichosa será cada respiración, más vitalidad tendrá la persona para explorar el interior.
Simone Veil, una filósofa francesa, ha escrito algo maravilloso en su autobiografía. Ella dijo: 'Estuve enferma hasta la edad de treinta años. Era enfermiza y tenía muchos dolores de cabeza. Pero fue a los cuarenta que me di cuenta que hasta los treinta años fui atea. Me volví sana cuando me convertí en teísta. Sólo entonces pude ver que el estar enferma y poco saludable estaba relacionado con mi ateísmo'.
Una persona enferma y no saludable no puede estar llena de gratitud hacia la existencia. No puede haber gratitud en ella hacia la existencia. Sólo hay enojo. Es imposible para esa persona aceptar algo por lo que está lleno de enojo. Simplemente lo rechaza. Si la vida de uno no alcanza cierto balance de salud a través del trabajo adecuado y el ejercicio adecuado, entonces es natural que uno tenga cierta negatividad, resistencia, enojo hacia la vida.
El trabajo correcto es un peldaño esencial en la escalera hacia el teísmo supremo.