Si tú escuchas y estás atento a tu cuerpo, comenzarás a tener una disciplina que no puede llamarse disciplina.

Ahora los psicólogos dicen que el cuerpo en todas las personas, mientras duermen, deja de tener su temperatura normal durante dos horas; la temperatura baja dos grados. Puede sucederte entre las tres y las cinco, o las dos y las cuatro, o las cuatro y las seis, pero la temperatura del cuerpo de todos baja dos grados todas las noches. Y esas dos horas corresponden al sueño más profundo. Si te levantas entre estas dos horas, todo el día te sentirás desorientado. Habrás dormido seis, siete horas; eso no importa. Si te levantas entre esas dos horas cuando la temperatura ha bajado, entonces te sentirás todo el día cansado, con sueño, bostezando. Y sentirás que algo falta. Estarás más molesto. El cuerpo no estará saludable.

Si te levantas exactamente después de dos horas, cuando esas dos horas han pasado, ese es el momento correcto para que te levantes. Entonces estás perfectamente fresco. Si puedes dormir sólo dos horas, incluso eso servirá. Seis, siete u ocho horas no son necesarias. Si duermes sólo esas dos horas cuando la temperatura es dos grados más baja, te sentirás perfectamente feliz, cómodo. Todo el día sentirás una gracia, un silencio, salud, totalidad, bienestar.

Ahora, todos tienen que observar cuándo son esas dos horas. No sigas ninguna disciplina desde el exterior, porque esa disciplina puede haber sido buena para la persona que la creó... Tienes que encontrar tu propio cuerpo, su forma, lo que le acomoda eso es lo correcto para ti.

Una vez que lo has encontrado, puedes seguirlo fácilmente, y no será impuesto porque estará en sintonía con el cuerpo. De manera que no hay nada que estés imponiendo; no hay lucha, no hay esfuerzo.

Observa, mientras estés comiendo, lo que te acomoda.

Las personas se ponen a comer todo tipo de cosas. Entonces se sienten molestos. Entonces la mente se ve afectada. Nunca sigas ninguna disciplina de nadie, porque nadie es como tú, de manera que nadie puede decir lo que a ti te acomoda. Por eso es que te doy sólo una disciplina que es la autoconciencia, que es la libertad.

Escucha tu propio cuerpo. El cuerpo encierra una gran sabiduría. Si lo escuchas, siempre estarás en lo correcto. Si no lo escuchas y vas forzando cosas, nunca serás feliz; serás infeliz, estarás enfermo, incómodo y siempre perturbado y distraído, desorientado.

Disfrutar los momentos no tiene nada que ver con cosas nuevas. Disfrutar los momentos ciertamente tiene que ver con la armonía.

Osho, The Discipline of Transcendence, Vol. 1, charla #4

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