¿Qué no es la meditación?

Hay muchas ideas diferentes, incluso contradictorias, acerca de lo que es la meditación. Lo principal en el enfoque de Osho, es la necesidad de que el meditador entienda la naturaleza de la mente, en lugar de luchar con ella.
 
La mayoría de nosotros, la mayoría del tiempo, estamos controlados por nuestros pensamientos o sentimientos. De ello se deduce que tendemos a pensar que somos esos pensamientos y sentimientos. La meditación es el estado de ser simplemente, pura experiencia, sin interferencia del cuerpo o la mente. Es un estado natural  al que sin embargo hemos olvidado cómo acceder.
 
La palabra meditación también se usa para lo que es, más precisamente, un método de meditación. Los métodos, técnicas o dispositivos meditativos son medios para crear un ambiente interior que facilite la desconexión de la mente/cuerpo, para que uno pueda simplemente ser. Si bien inicialmente es útil dedicar tiempo a practicar un método de meditación estructurada, existen muchas técnicas que se practican en el contexto de la vida cotidiana: en el trabajo, en el tiempo libre, solos y con otros.
 
Los métodos solo son necesarios hasta que el estado de meditación (conciencia relajada, de estar consciente y centrado) se haya convertido no solo en una experiencia pasajera, sino en algo intrínseco a uno como, por ejemplo, respirar.
 
Algunos conceptos erróneos comunes
 
La meditación es ...
 
1) Solo para personas que están en una búsqueda espiritual.
Los beneficios de la meditación son múltiples. El principal de ellos es la capacidad de relajarse y ser consciente sin esfuerzo. ¡Herramientas útiles prácticamente para todos!
 
2) Una práctica para ganar "tranquilidad".
La paz mental es una contradicción en los términos. Por su propia naturaleza la mente es un comentarista crónico. Lo que se puede descubrir a través de la meditación es la habilidad de encontrar la distancia entre uno mismo y el comentario, de modo que la mente, con su constante circo de pensamientos y emociones, ya no interfiera en el estado inherente de silencio propio. 
 
3) Una disciplina mental o un esfuerzo para controlar o "domesticar" la mente, para ser más conscientes.
La meditación no es un esfuerzo mental ni un intento de controlar la mente. El esfuerzo y el control implican tensión, y la tensión es antitética al estado de meditación. Además, no hay necesidad de controlar la mente, solo de entenderla y de ver cómo funciona. El meditador no necesita domesticar su mente para volverse más consciente, sino crecer más en la conciencia.
 
4) Enfocarse, concentrarse o contemplar.
Enfocarse, como concentrarse es un estrechamiento de la conciencia. Uno se concentra en un objeto excluyendo de todo lo demás. Por el contrario, en la meditación  todo es incluido, tu conciencia se expande. El contemplador se centra en un objeto, tal vez un objeto religioso, una fotografía o un aforismo inspirador. El meditador es simplemente consciente, pero no de algo en particular.
 
5) Una nueva experiencia.
No necesariamente: los deportistas conocen este espacio, al que se refieren como "la zona". Los artistas lo conocen, a través del canto, la pintura,  de tocar música. Podemos conocerlo a través de la jardinería, jugando con los niños, caminando por la playa o haciendo el amor. Incluso como niños hemos tenido experiencias de ello. La meditación es un estado natural y uno que seguramente has probado, aunque quizás sin saber el nombre del sabor.